La sección juvenil en las librerías

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¿Desde cuándo el sexo y la violencia se han considerado apropiados para el lector adolescente?

Mallorca, 16 de diciembre de 2024

El hábito de lectura ha disminuido considerablemente en los últimos años. Ahora los jóvenes prefieren las redes a un libro como fuente de entretenimiento. Y los pocos que leen, ya no es a Shakespare, Jane Austen o Yukio Mishima. Prefieren a Joana Marcus, J.R Tolkien o Rebecca Yarros. Los gustos cambian, no solo de manera individual sino también en la sociedad. Con ello, las librerías han comenzado a añadir títulos a sus estanterías juveniles poco recomendables para su público.

Hasta hace unas décadas, a las mujeres no se les contaba qué es lo que pasaba en la noche de bodas. Dejaban que lo descubrieran solas o sus madres se lo explicaban escuetamente ese mismo día. Ahora, cualquier niño o niña con acceso a un dispositivo móvil puede acceder a Wattpad y leer una historia con escenas tremendamente sexuales y no tener remordimiento de consciencia por lo que leen.

Desde hace unos años se viene alertando de la prematuridad de los niños a la hora de ver porno o escenas que involucren violencia. Pero poco se habla de la facilidad que tienen estos niños de leer un libro con este tipo de escenas. Ya ni hablar de como las librerías y bibliotecas se lo dejan en bandeja poniendo en la estantería juvenil sagas como After de Anna Todd. Donde las escenas sexuales, la violencia, las drogas y el abuso están por todas partes.

Si bien la lectura no es un hábito que esté precisamente in crescendo en la actualidad entre los jóvenes. Es verdad que muchos de estos jóvenes se ven interesados en por estas truculentas novelas.

El dark-romance y las fantasías épicas están en los primeros puestos de los billboards literarios. Algunos de estos, siendo Haunting Adeline de H.D. Carlton, el mandamás de los dark-romance, y Sombra y hueso y Seis de Cuervos de Leigh Bardugo dos de las fantasías más famosas gracias a la serie de Netflix. Ninguna de estas tres sagas es apta para un público juvenil. Sin embargo, las podemos ver continuamente en las estanterías juveniles de librerías como La Casa del Libro.

Según un reciente estudio de El País, los jóvenes lectores de hoy en día (un 48% de los hombres y un 54% de las mujeres) leen novelas contemporáneas. En el total de la población lectora, lo que más se lee es el misterio. Pero teniendo en cuenta que estos análisis son de personas mayores de edad, seamos realistas, las mujeres son las que más leen y ellas prefieren un libro de romance o de fantasía.  El dueño de Món de Llibres, Fausto Puerto Quetglas, dio a conocer que los lectores jóvenes hombres preferían la literatura fantástica antes que otro tipo de género. Contó que sus estanterías las tenía divididas por géneros principalmente. Sin embargo, libros de fantasía como Una Corte de Rosas y Espinas o La Guerra de la Amapola, o de romance como Antes de Diciembre y After, los tenía en la estantería juvenil. Sus clientas sabían dónde tenían que ir a buscar. Sin embargo, los libros de Brandon Sanderson, uno de los mejores autores de fantasía, los tenía en la estantería correspondiente a su género.

 Después de analizar las estanterías juveniles de diversas librerías, la conclusión ha sido que en librerías como Casa del Libro o Agapea no cuidan en absoluto lo que tiene a mano un lector de 12 o 15 años. Rata Corner, tiene dos tiendas, una para adultos y otra para niños y adolescentes. La cantidad de libros románticos o fantásticos era escasa en la librería adulta. Pero en la infantil, no había ni un solo libro que no fuese apto para un lector joven. En Món de Llibres, prima la comodidad del cliente, la lectora adolescente o incluso adulta va directa a la sección juvenil y el lector adolescente va directo a la sección de Brandon Sanderson. Echándole un ojo a diferentes bibliotecas públicas, descubrimos que la sección juvenil tenía más títulos no aptos que aptos para adolescentes. Con libros como Juego de Tronos, Trono de Cristal o Binding 13. También se encontraban títulos como Los Juegos del Hambre, Divergente o Harry Potter. Clásicos juveniles que un lector adulto puede percibir de una manera más crítica. Pero un joven los va a ver como distopías fantásticas para evadirse un rato.

Es cierto que un tema de actualidad es la no censura a los niños, dejar que descubran lo que es el mundo real. Pero ¿qué necesidad hay de que descubran lo que es el sexo con libros donde prima la posesividad? ¿Por qué deberían leer como degüellan cuellos, violan a una niña o tíos y sobrinos se casan?

Si hay algo que se sabe es que los niños lo normalizan todo. Juego de Tronos es una serie catalogada para personas mayores de 18. ¿Por qué el libro tiene que estar en la estantería de 12 años de La Casa del Libro de Palma? ¿Qué impide que ese niño se compre el libro y normalice los comportamientos que lee?  Juana Alcover, profesora en un centro de educación secundaria comentó que: «al igual que en la televisión, los libros deberían tener marcados la edad mínima de consumo y el contenido explícito que aparezca en el libro. Un aviso, tanto para los padres como para el lector. Si se hace con el alcohol, ¿por qué no con los libros?». Esta respuesta vino a raíz de la pregunta de si debería haber una ley que no permitiese a los menores a acceder a cierto tipo de contenido.

En verano de 2024 se popularizó en España el término «pajaporte».  Se trata de una herramienta de verificación para que a partir de unas credenciales se pudiera acceder a contenido pornográfico. De esta manera solo los mayores de edad podrían acceder. ¿Qué tan difícil sería crear un sistema parecido para aplicaciones como Wattpad o Kindle? Fácil no describe bien la simpleza con la que alguien se puede descargar un libro de manera pirata e introducirlo en el Kindle. Pero no estaría mal que hubiese alguna manera de que la aplicación pudiese verificar la edad del usuario y el contenido al que quiere acceder. Por muy fácil que resulte mentir en aplicaciones como Instagram o TikTok, unas credenciales como la Cl@ve ayudarían a reducir la cantidad de menores que leen contenido no adecuado.

Habrá quien pensará que no es ético ni moral censurar ciertos tipos de contenido a los jóvenes. Que es mejor que aprendan lo que ocurre en el mundo. Pero al igual que un niño de dos años preferirá comerse unas judías si ve como su padre también se las come, un adolescente llegará a creer que ciertas conductas son correctas. No solo el adolescente que vea porno adoptará ciertas conductas violentas al creer que ese contenido es verídico. Sino que la lectora adolescente pensará que qué un chico actúe de manera tóxica está bien. Incluso podrán pensar que es sexi.  

Si analizamos qué tipo de libros se pueden encontrar en las estanterías juveniles de diferentes librerías, encontraríamos todo tipo de géneros. Fantasía con dark-romance. La fantasía es simplemente aquella historia que no sigue las leyes de la física. El autor tiene total libertad para crear su mundo. El dark-romance es algo más novedoso. Es ese tipo de novelas románticas con escenas de sexo explícitas, protagonistas moralmente grises e incluso llega a haber agresividad y violencia. Las relaciones toxicas son protagonistas en este tipo de libros. Antes incluíamos este tipo de novela en el género erótico, pero al tener un aire más violento, se han clasificado de romances oscuros. Los dark-romance son conocidos por sus escenas de sexo agresivas y violentas, algunos incluso relatan violaciones con una perturbadora exactitud.

Un claro ejemplo sería 50 sombras de Grey. Está catalogado como novela erótica, cuando se publicó se conocía a este tipo de libros de esta manera. Pero actualmente cuadraría más en este subgénero. Otro ejemplo muy popular estos días es Haunting Adeline, ya mencionada anteriormente. No llega a ser el nuevo 50 sombras de Grey. Pero en la comunidad lectora no se queda muy atrás. Lamentablemente, no solo lo están leyendo personas adultas. Sino que podemos ver en redes como niñas de 13 años lo están leyendo. También encontramos los romances clásicos, con su pizca trágica a lo Shakespeare. Antes se ha mencionado Binding 13. Los chicos de Tommen de Chloe Walsh es una saga cada vez más popular en booktok y bookstagram. También se está popularizando entre las adolescentes. Libros de este estilo podrían ser A través de mi ventana, Fabricante de lágrimas o Antes de diciembre entre muchos otros. Todos son romances con algún tinte trágico y relaciones poco saludables.

La fantasía clásica no es menos.  La famosa saga  Trono de Cristal ha cambiado de edición, haciendo que se publiquen de nuevo y se vuelva a dar a conocer. No es un clásico de la fantasía. Pero sí que se rige por las normas no escritas del género fantástico. En está saga vemos muerte, agresividad, asesinatos a sangre fría, violencia, soberbia… Todo de manera tan explicita que hasta el lector senior (o mejor dicho con experiencia) podría verse angustiado. Sin embargo, lo podemos ver en las estanterías juveniles.

Cabe recalcar que todos estos libros están escritos por mujeres. Las mujeres prefieren leer a autoras de su mismo género. Al igual que los lectores masculinos preferirán los libros de Sanderson, Tolkien, Martin o King.

No se sabe exactamente cuándo los jóvenes comenzaron a leer este tipo de literatura. Pero teniendo en cuenta de que la edad a la que se comienza a ver porno cada vez es menor, no es ninguna sorpresa saber que todo comenzó con la inserción de los dispositivos móviles e internet a la vida de los niños desde temprana edad.

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