Sobre mí

Soy Andrea Braza, una estudiante de periodismo y comunicación audiovisual en el CESAG, a quien le encanta leer. Para hacerme la interesante digo que soy francesa, pero la verdad es que aunque lo sea de nacimiento, mi sangre es andaluza y mi corazón mallorquín.  Mi infancia se vio marcada por las constantes mudanzas entre Mallorca y Sevilla. Hasta 2013 cuando me mudé de manera definitiva a Manacor.

Siempre he escrito y leído, aunque admito que nunca me acabé ningún libro de Gerónimo Stilton porque me parecía la rata más estúpida que existía. Con 12 años me leí la trilogía de las Crónicas de la Torre de Laura Gallego, y desde entones la fantasía siempre ha tenido un hueco especial en mi corazón.

Leo a temporadas y cada temporada suele caracterizarse porque me centro en un género en concreto. Hace unos años solo me leía ficciones y novelas negras, donde encontré mi libro favorito, El marino que perdió la gracia del mar, De Yukio Mishima, el libro más duro y filosófico que me he leído jamás. Desde hace unos meses leo sin parar, fantasía en concreto. He descubierto sagas tan espectaculares como ACOTAR, Empíreo o el Grishaverse. Unos meses después de comenzar a leer tanto que solo pasaba un par de días sin leer, me decidí en crear vídeos sobre literatura en TikTok, poco después, en una asignatura nos ofrecieron a subir un punto si creábamos vídeos en las redes. No lo dudé ni un minuto. Gracias a eso he podido participar en un podcast y he comenzado a conocer a gente interesantísima.

Aunque ya no escribo tanto, antes publicaba mis microrrelatos en wattpad y uno de ellos ganó un concurso en mi instituto. Si hay algo que inspira más que el desamor e ilusión adolescente, que alguién me lo diga porque no sé qué es.

Mi carrera está más dirigida a las letras, hice el bachillerato artístico, en el que entré sin tener ni idea de que diferencias tenían el acrílico de las temperas. Salí con un estilo propio y sin haber subido del seis en los dos años. Pero ese estilo caracterizado por la deformación de la realidad y lo desagradable me llevaron a subir mi nota hasta un 9,5 en el examen de dibujo de selectividad. Digamos que mi estilo es KITSCH.

No estoy muy segura de lo que me depara el futuro y aunque agradecería poder viajar por el tiempo a lo Loki, estoy bastante segura de que prefiero sorprenderme a mí misma. Mientras tanto, voy a seguir leyendo y hablando de libros sin ton ni son.